La caja del reloj: partes, formas y materiales explicados

¿Qué es exactamente una caja de reloj?

La caja de un reloj es la carcasa exterior que alberga y protege los componentes internos de un reloj, incluidos el movimiento, la esfera y las manecillas. Puede estar hecha de materiales como acero inoxidable, titanio, cerámica u oro, y es fundamental para la durabilidad, la resistencia al agua y el diseño general.

Piensa en la caja como la armadura de tu reloj: elegante, funcional y, cuando está bien hecha, una obra de diseño en sí misma. Protege la esfera y el movimiento del polvo, los golpes y el agua. Pero también marca el tono visual: robusto o fino, cepillado o pulido, discreto o llamativo. Y no olvidemos cómo sienta en la muñeca. El grosor, la curvatura y la distancia entre las asas pueden hacer que llevarlo a diario sea un placer... o una tortura.

Desglose de las partes de la caja de un reloj

Cuerpo de la caja / Caja central

Es la columna vertebral del reloj. Alberga el movimiento y a menudo se conecta a las asas. El cuerpo de la caja define la forma (redonda, cuadrada, tipo cojín) y es donde suele aparecer el ADN de la marca. También es el factor que más influye en el tamaño, el peso y la presencia en la muñeca. Más adelante hablaremos de las peculiaridades de las formas.

Bisel

El bisel es el anillo que rodea la esfera del reloj y fija el cristal en su sitio. Puede ser fijo o giratorio y, a menudo, sirve para medir el tiempo transcurrido o controlar una segunda zona horaria. Los biseles suelen ser de metal o cerámica para que sean duraderos y fáciles de leer. Ya sea fijo o funcional, el acabado y la geometría del bisel pueden realzar un diseño o hacerlo más discreto.

Cristal

Es la primera línea de defensa de tu esfera. El acrílico es de la vieja escuela y tiene su encanto, pero se raya con facilidad. El cristal mineral es más resistente, pero no es invencible. El zafiro es la opción estrella del lujo moderno: prácticamente a prueba de arañazos y con un aspecto impecable bajo la luz. Algunas marcas de relojes también utilizan un revestimiento antirreflectante en el cristal, como Breitling, que te ayuda a leer la esfera (y la hora) con cualquier luz.

Fondo de la caja

Dale la vuelta al reloj y te encontrarás con un fondo macizo (típico de los tool-watches) o con un fondo de exposición que muestra el movimiento, también llamado fondo abierto. Algunos van a presión, otros van atornillados. Normalmente verás la marca, las especificaciones y, si tienes suerte, un poco de la historia grabada en el metal.

¿Sabías que incluso hay fondos de caja que tienen las dos opciones? El llamado fondo de caja con solapa es muy poco común, pero muy guay. Suele verse en relojes antiguos o de tirada limitada, y te da la opción de tener un fondo transparente y una tapa abatible para cubrirlo. Lo mejor de ambos mundos, vamos.

Corona

Ese pequeño mando que está a las 3 (o a veces a las 4, o incluso a la izquierda, a las 9) es más importante de lo que parece. Se usa para dar cuerda y ajustar el reloj, y en los modelos deportivos suele ir atornillada para que no entre agua. Una buena corona se nota al tacto e, idealmente, tiene un toque de estilo.

Hay mucho más que contar. Incluso hemos escrito un artículo entero sobre la corona.

Protectores de corona

No todos los relojes los tienen, pero cuando los tienen, lo sabes. Piensa en unos hombros metálicos que flanquean la corona, construidos para recibir golpes y bloquear pellizcos accidentales. Los verás en modelos de buceo y deportivos. Pueden estar integrados en la caja (piensa en Rolex Submariner) o ser externos, como en Panerai.

Puedes encontrar más información y ejemplos sobre los protectores de corona en nuestro artículo sobre ellos.

Pulsadores

Los pulsadores, que están presentes en los cronógrafos y otras complicaciones de los relojes, controlan funciones adicionales como los cronómetros o los ajustes del calendario. En los cronógrafos de buceo, a veces también van enroscados. Un puntazo si hacen clic como el obturador de una Leica.

Juntas

Anillos de goma o sintéticos que nunca verás pero que debes agradecer. Se sitúan detrás de la corona, bajo el cristal, alrededor del fondo de la caja, y todas ellas trabajan para mantener fuera el agua y el polvo. Las juntas se degradan con el tiempo y el uso, por lo que su mantenimiento rutinario es importante.

Tiradores

Estos pequeños brazos conectan la caja a la correa o al brazalete. El ancho de la lengüeta (en milímetros) determina el ajuste. La longitud de asa a asa es importante para la comodidad. Las asas anchas pueden hacer que una caja pequeña parezca más grande, y viceversa. Hay tantos tipos de asas que hemos creado un artículo sobre ellas.

Rehaut (Reborde)

Es ese anillo inclinado que hay entre la esfera y el cristal. A veces tiene los marcadores de los minutos. A veces es un detalle estético. A veces lleva grabados números de serie o marcas. Por ejemplo, los números de serie y el nombre de la marca de Rolex están en el rehaut.

Formas de cajas de reloj y ejemplos más emblemáticos

Hay cajas de reloj para todos los gustos, pero hay unas pocas formas que dominan por una buena razón.

La redonda es la más clásica: bonita, versátil y agradable a la vista. Además, es la que mejor se adapta al movimiento. La caja Oyster de Rolex, que se lanzó en 1926, es el modelo de las cajas redondas resistentes al agua y sigue siendo la base de todos los Submariner, Explorer y otros modelos Rolex actuales.

Las cajas cuadradas y rectangulares tienden a ser elegantes, pero con filo. El Cartier Tank ofrece elegancia Art Déco en un conjunto ordenado. Por su parte, el TAG Heuer Monaco sacudió el mundo de las carreras con su atrevida silueta cuadrada y esa inolvidable foto de Steve McQueen en Le Mans.

Hemos recopilado para ti los relojes cuadrados y rectangulares más populares

Las cajas cushion (o tipo cojín) ofrecen un rectángulo suavizado que no pasa desapercibido en la muñeca. El Panerai Luminor es el rey de este estilo, con su robusta caja, su esfera limpia y el protector de la corona, que equilibran la estética militar con un toque moderno.

Las cajas tonneau (o con forma de barril) son elegantes, modernas y algo discretas, a menos que hablemos de Richard Mille. Sus diseños futuristas, que utilizan fibra de carbono y esferas esqueletizadas, llevan esta forma a terrenos de ciencia ficción, con un rendimiento a la altura.

Y luego está el Audemars Piguet Royal Oak: el bisel octogonal, el brazalete integrado y el perfil delgado cambiaron las reglas del juego en los años 70. Es el lujo deportivo personificado. Es el lujo deportivo personificado, y podría decirse que es el diseño de caja más reconocible del planeta.

¿Todas las cajas de reloj son estancas?

No del todo. Muchos relojes tienen cierta resistencia al agua, pero eso no significa que debas tirarte a la piscina con tu reloj de vestir. El verdadero límite lo marcan las juntas, las coronas atornilladas y la ingeniería del fondo de la caja. Los relojes de buceo están hechos para ello. La mayoría de los demás comprueban el índice de profundidad y lo respetan. Además, las juntas se desgastan. Una prueba de presión de vez en cuando no hace daño.

Materiales de la caja del reloj: Los sospechosos habituales

El acero inoxidable es la opción más popular: resistente, inoxidable y a prueba de bombas. ¿El titanio? Más ligero e hipoalergénico, pero se raya con más facilidad. El bronce y el latón aportan un encanto vintage y desarrollan una pátina con el tiempo. La cerámica es resistente a los arañazos y suave, pero frágil. La fibra de carbono y el carbono forjado son modernos, ligeros y muy tecnológicos. Y si quieres tirar la casa por la ventana: oro o platino, ¿por qué no?

Cajas de reloj de hombre frente a las de mujer

¿Dimensionamiento de relojes? Olvídate de las viejas reglas. Hoy en día, es menos "para él y para ella" y más "lo que encaja, encaja". A algunas muñecas les encanta un 36 mm. A otras les encanta un 44.

Los relojes vintage ya lo tenían claro: 36 mm era lo más común, y esa silueta está volviendo por algo. Es fácil de llevar, sienta de maravilla y queda bien a casi todo el mundo.

¿Personalmente? Yo apuesto por la gama de 34-37 mm: elegante sin ser estridente, lo bastante grande para que se vea, pero lo bastante pequeño para no perder la clase. En resumen: a tu muñeca le da igual lo que ponga en la etiqueta. Pruébatelo y, si te enamora, ¡es tuyo!

Una buena caja de reloj es donde la artesanía se une al carácter. Es la parte que se raya, se admira, se suda y de la que se habla en el bar. Aprende a entender una caja y nunca volverás a mirar tu muñeca igual.