Protectores de Corona: los guardaespaldas de tu reloj

¿Qué son los protectores de corona?

Los protectores de corona son esas estructuras que protegen la corona del reloj de golpes o daños accidentales. Ayudan a evitar que la corona se salga o se rompa si te mueves mucho. Los protectores de corona son comunes en los relojes deportivos y de buceo porque los hacen más resistentes.

La corona es como el centro de control de tu reloj: te permite darle cuerda, ajustar la hora y, en muchos casos, atornillarla para que no entre agua. Pero también sobresale de la caja del reloj, así que es fácil que se golpee o se raye.

Por eso se inventaron los protectores de corona. Son como tener hombreras blindadas, que reciben el golpe para que la corona no sufra. Los encontrarás en relojes de buceo, relojes de campaña, en cualquier reloj hecho para la acción. ¿Relojes de vestir? Ahí no suelen estar. Se busca la estética y que quepan bien bajo el puño antes que la protección. Pero si no paras quieto, los protectores de corona te vendrán muy bien.

Lo que hacen (y lo que no)

En resumen, los protectores de corona absorben los golpes para que la corona no tenga que hacerlo. Son la primera línea de defensa. ¿Rozas el reloj contra el marco de una puerta? El protector de corona lo aguanta. ¿Lo golpeas haciendo búlder? Pues lo mismo.

También reducen la posibilidad de un tirón o giro accidental de la corona, que puede ser catastrófico si estás bajo el agua o simplemente intentando mantener la hora bloqueada.

Pero claro, también hay desventajas. Algunos coleccionistas prefieren no ponerles protectores porque priorizan la estética. Sin protectores, la caja es más lisa y puedes manejar la corona con más delicadeza. Además, a algunas personas les resulta más cómodo, sobre todo si tienen la muñeca delgada.

Aun así, si tu reloj va a algún sitio, los protectores de corona lo mantienen más seguro. Y para los relojes deportivos o cualquier otro que deba permanecer estanco, son algo más que una simple flexión de diseño.

Una rápida lección de historia (la verdad es que mola)

Antiguamente, a principios del siglo XX, los relojes estaban totalmente abiertos. Sin guardias, no había problema. Pero entonces llegaron los militares, los submarinistas, los buscadores de emociones. Y de repente, los relojes empezaron a sufrir condiciones más duras.

Ahí apareció Rolex, que empezó a investigar la resistencia al agua en los años 20 con la caja Oyster. Pero la cosa no se puso seria hasta los años 50. Panerai inventó su ya mítica palanca de bloqueo en el 56 para los buzos de la marina italiana. Unos años más tarde, Rolex sacó el Submariner 5512 con protectores cuadrados. Esos protectores parecían muy robustos, pero hacían difícil usar la corona. Por eso fueron cambiando, primero a una forma puntiaguda y luego redondeada.

En los años 70, los protectores ya eran algo común en cualquier reloj creado para aguantar caídas, inmersiones o peleas. ¿Y ahora? Son un elemento de diseño fundamental en el mundo de los relojes herramienta.

Créditos de imagen de Bobswatches.com

Estilos, tipos y unos cuantos agujeros de conejo de los frikis de los relojes

Hay dos tipos principales de Crown Guard: integrados y externos.

Los integrados son parte de la propia caja. En la mayoría de las marcas (Rolex, Omega, Breitling) verás protectores de corona integrados. Quedan muy bien, no tienen juntas y siempre están listos. Son fuertes, elegantes y duraderos. Pero el quid de la cuestión es que haya espacio suficiente. Si está demasiado ajustado, no podrás darle cuerda ni ajustarlo bien, como le pasó a Rolex con sus primeros protectores cuadrados.

Los protectores externos son añadidos atornillados. El puente de palanca de Panerai es el más famoso. Bloquea la corona, cerrándola herméticamente sin la habitual rutina de atornillado. Ábrelo, ajusta la hora, ciérralo y listo. Es funcional, distintivo y muy Panerai.

En cuanto a la forma, éste es el desglose:

• Los guardias cuadrados: Las originales. Protegen, pero son demasiado gruesas para vivir mucho tiempo.
• Protectores puntiagudos: Más accesibles, pero con un aspecto afilado. A veces se les llama "picos de águila".
• Protectores redondeados: El estándar moderno. Funcionales, cómodas y fluidas con el diseño de la caja.

Los diseñadores también siguen siendo creativos con la colocación. Seiko mete las coronas a las 4 en punto. Algunas con guardas, otras sin ellas. Algunos relojes de piloto empotran la corona por completo. Otros construyen protectores que hacen el trabajo sin llamar la atención.

¿Necesitas protectores de corona?

Depende. Si tu reloj es una pieza de estilo, para vestir a diario o algo que no piensas llevar a todas partes, tal vez no. Una corona desnuda tiene un aspecto más limpio y elegante, y no se clava en la muñeca.

Pero si vas a comprar un reloj destinado a durar mucho, por ejemplo para bucear, trabajar en el campo o simplemente para maltratarlo en general, entonces sí, los protectores de corona se lo merecen.

Para mí, los relojes sin protectores son los que mejor quedan. Y ya está. La corona tiene su protagonismo, que es más importante de lo que pensamos. Es una de las partes más expuestas de un reloj, y cuando la caja y la corona se unen de forma natural, hay armonía en el diseño. En cuanto a la corona: puedes tener una pequeña o una más grande. El tamaño no importa mucho (qué le vamos a hacer), lo importante es que la caja y la corona se integren bien. Así que, ¡yo paso de los protectores!