Cuando empecé a interesarme por las complicaciones, fueron los cronógrafos los que me atrajeron. Me resultaba muy satisfactorio su estética y ese clic al activar el cronómetro, como si controlara el tiempo, aunque solo fuera por unos segundos. Más tarde, la fase lunar me conquistó. Es totalmente impráctica, pero está tan bien implementada en algunos modelos que te invita a detenerte y apreciarla cada vez que consultas la hora.
Algunas complicaciones son útiles, como un GMT si viajas mucho. Otras son completamente innecesarias en el mejor sentido posible. Pero todas cuentan una historia. Y en un mundo lleno de smartwatches y pantallas constantes, hay algo especial en una pequeña máquina en tu muñeca que hace todo esto sin batería ni Wi-Fi, sólo engranajes, muelles y artesanía.
En esta guía, te guiaremos a través de las complicaciones relojeras más populares, las que obsesionan a los coleccionistas, las que empezarás a notar ahora que prestas atención y las que en Wristler vemos (y nos siguen emocionando) cada día. Antes de sumergirnos más a fondo, aquí tienes un breve resumen de las complicaciones con las que es más probable que te encuentres: