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Cartier Crash: ¿El Reloj Más Único y Escurridizo de la Historia?

Algunos relojes son raros. Algunos son únicos. ¿Pero el Cartier Crash? Eso ya es otro nivel. Es de esos relojes que no pasan desapercibidos. Rarísimo y súper cotizado, el Crash suele venderse por cientos de miles de euros cada vez que aparece uno. De hecho, un Crash de 1967 se subastó hace poco por más de 1 millón de euros. No es un reloj cualquiera: es una declaración.

¿De dónde salió un diseño tan loco? ¿Y qué versiones existen?

El origen del Cartier Crash

Hay una historia que se cuenta mucho: que el Cartier Crash nació por accidente — literal. Dicen que un cliente llegó con un Cartier deformado tras un choque, y a la marca le pareció tan loco el look que lo convirtió en diseño. ¿Buena historia, verdad? Pero según Francesca Cartier Brickell, autora de Los Cartier y nieta de Jean-Jacques Cartier, no hay pruebas reales de que ese accidente haya pasado. Eso sí, admite que el diseño claramente se inspira en el arte surrealista de la época. ¿Has visto La persistencia de la memoria de Dalí? Esos relojes derretidos. Justamente ese estilo. Lo que sí sabemos con certeza: este diseño llama la atención como pocos.

¿Qué modelos de Cartier Crash existen?

El Crash original salió en 1967 — pero eso fue solo el comienzo. Con los años, Cartier ha lanzado varias versiones. Siempre con esa icónica caja distorsionada como base, pero adaptándose al paso del tiempo. ¿Una de las más atrevidas? El Crash Skeleton. Te contamos los modelos clave.

Y ojo: fíjate bien en la esfera. El pequeño texto en la parte inferior da pistas sutiles sobre el origen:

  • Esfera París – Abajo pone “París”, en referencia a la mítica boutique de Cartier en la Rue de la Paix.
  • Esfera Swiss Made – Aparece en ediciones más recientes, con el clásico sello suizo.
  • Esfera Londres – De las primeras producciones en Londres. Algunas no llevan texto, otras insinúan raíces británicas.

1. El Crash original (1967)

El primer Crash salió en 1967 y sigue siendo el santo grial para los coleccionistas. Se fabricaron poquísimos en Londres, y esas primeras piezas hoy son rarísimas. La caja distorsionada —que de verdad parece derretida— mide unos 43 mm de largo por 25 mm de ancho. Un poco más pequeña que las versiones más recientes. Por dentro lleva el calibre LeCoultre 841 de cuerda manual, con una reserva de marcha de unas 36 a 40 horas.

Los modelos vintage en buen estado, sobre todo si son de oro, se están vendiendo entre 200.000 y más de 800.000 euros en subastas de alto nivel, dependiendo del estado, la procedencia y la rareza.

2. Cartier Crash en oro blanco (2015)

En 2015, Cartier le dio una actualización elegante al Crash con una versión en oro blanco. La forma se mantiene, pero el brillo frío del metal le da un aire más fresco y moderno. Es un poco más grande que el original: 45 mm x 25,5 mm. Lleva el calibre 8970 MC de cuerda manual, con una reserva de marcha de unas 38 horas.

Esta mezcla de diseño clásico y elegancia moderna fue un éxito instantáneo entre coleccionistas. ¿Precios actuales? Entre 100.000 y 150.000 euros.

3. Cartier Crash en platino (2018)

Ahora sí hablamos de exclusividad. El Crash en platino de 2018 llevó todo a otro nivel. El platino —uno de los materiales más caros y raros en relojería— le da al Crash un toque aún más lujoso.

Mismo tamaño moderno (45 mm x 25,5 mm), mismo calibre 8970 MC con 38 horas de reserva. Pero con esa caja de platino, el nivel sube.

¿Quieres meterle un poco de añadir auténtico prestigio a tu colección? Este es el indicado. Precio: entre 150.000 y 200.000 euros.

4. Cartier Crash en oro amarillo (2020)

En 2020, Cartier volvió a las raíces con una edición en oro amarillo. Este modelo recuperó el aspecto vintage clásico, y el oro amarillo realmente encajaba con la energía del Crash original.

Las mismas dimensiones de caja (45 mm x 25,5 mm), el mismo movimiento de cuerda manual 8970 MC con una reserva de 38 horas.

La combinación del cálido tono dorado y la alocada forma de la caja resultó ser un éxito. Los precios empiezan en unos 90.000 euros y pueden llegar hasta los 130.000 euros, dependiendo del estado y la rareza.

5. Cartier Crash Skeleton (2021)

Esta es para los valientes. El Crash Skeleton de 2021 es, sin duda, la versión más radical hasta ahora.

Con la esfera calada puedes ver el movimiento por dentro — y se ve tan loco como la caja. Es un poco más grande que los otros modelos (45,32 mm x 28,15 mm) y lleva el calibre esqueleto 9618 MC, con una impresionante reserva de marcha de 72 horas.

Esta versión deja claro que Cartier sigue innovando y empujando los límites. Una pieza moderna y artística que mezcla creatividad y artesanía. Los precios suelen estar entre 120.000 y 180.000 euros.

¿Por qué el Cartier Crash es tan popular (y tan caro)?

Porque no es solo un reloj — es una declaración. Y cuando lo llevan figuras como Kanye West, Tyler, The Creator o Jay-Z, ese estatus solo se hace más grande.

¿La verdadera magia? El diseño. No hay nada que se le parezca. La caja distorsionada y asimétrica parece sacada de un sueño surrealista. No hay copias. No hay alternativas.

Y encima, la producción es extremadamente limitada. Siempre lo ha sido. Y Cartier mantiene el misterio vivo al no revelar nunca cuántos se hacen. ¿El resultado? La demanda no para de subir. La oferta sigue siendo mínima. ¿Y los precios en subastas? Van al alza. Sin duda, uno de los relojes más deseados — y más caros — del mercado ahora mismo.

¿Qué es el programa Collection Privée Cartier Paris (CPCP)?

Entre 1998 y 2008, Cartier lanzó la Collection Privée Cartier Paris (CPCP), una serie especial pensada para coleccionistas de verdad.

Nada de producciones en masa. Eran reediciones de lujo de modelos icónicos como el Tank o el Santos, con calibres mecánicos de primera y acabados muy cuidados.

Técnicamente, el Crash no formó parte oficial de la CPCP, pero sí tuvo ediciones especiales en los 90: 200 piezas en 1991 y una tirada ultra rara de solo 13 relojes en 1997, para celebrar la reapertura de la boutique de Cartier en la Rue de la Paix.

La línea CPCP terminó en 2008, pero la idea no murió. Desde 2017, Cartier lanza reediciones similares bajo el sello Cartier Privé. ¿El Crash? Todavía no ha entrado oficialmente en esta serie moderna — pero quién sabe. Lo que está claro: tanto los CPCP como los Privé siguen siendo favoritos entre coleccionistas.

¿Cuarzo? ¿Automático? Nada de eso.

El Cartier Crash no es de cuarzo ni automático. Es un reloj de cuerda manual — o sea, le das cuerda tú mismo girando la corona.

Sin pilas. Sin rotores. Solo mecánica pura. Un  ritual clásico que te conecta aún más con la pieza. Los amantes de los relojes lo saben: no se trata solo de llevarlo, sino de vivirlo.

Cómo comprar un Crash de Cartier

Vale, ¿cómo puedes conseguir uno? La verdad: necesitas algo más que buen gusto. También necesitas un buen presupuesto.

Cartier sigue fabricando el Crash, pero en cantidades súper limitadas. Tan limitadas que, si logras conseguir uno directamente de la marca, es casi un milagro.

Por eso los precios están por las nubes: mucha demanda, muy poca oferta.

¿No ves ninguno online ahora mismo? No pasa nada. En Wristler tenemos la red para encontrarlo por ti. Solo tienes que solicitar una búsqueda personalizada de búsqueda y nos ponemos en marcha. Escríbenos y hablamos de opciones.

Con un Cartier Crash no te encuentras por casualidad. Es historia, arte y auténtico símbolo de estatus — todo en uno. Ya sea que lo lleves en la muñeca o lo admires desde lejos, una cosa está clara: no lo vas a olvidar.

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