El arte detrás de cada esfera
Las esferas azules de Rolex son prodigios de la relojería moderna que combinan técnicas de vanguardia con la artesanía tradicional. Echemos un vistazo entre bambalinas para descubrir qué hace que estas joyas funcionen.
Materiales y técnicas: Mucho más de lo que se ve a simple vista
Podrías pensar que una esfera azul es simplemente azul. Pero hay mucho más que eso. Rolex utiliza una mezcla de materiales de alta tecnología y técnicas tradicionales para crear su aspecto característico. Por ejemplo, el Submariner "Bluesy". Ese azul sunburst no se pinta sin más, sino que es un proceso complejo que implica múltiples capas y acabados.
¿Alguna vez te has preguntado cómo consiguen ese brillo perfecto? Todo depende de la base. Rolex empieza con un disco de latón y luego aplica capas de cobre, níquel y cromo. Esto crea una superficie extrasuave para que el color resalte. Y, hablando de color, utilizan un proceso de PVD (deposición física de vapor) para conseguir ese azul intenso y profundo.
Desvelando los misterios de la técnica Sunburst
Hablemos ahora del sunburst. Es ese magnífico patrón radiante que atrapa la luz a la perfección. ¿Cómo lo hacen? Imagínate un tocadiscos, pero en lugar de reproducir música, estuviera creando arte. La esfera gira mientras un pincel aplica el color desde el centro hacia fuera. Lo mismo ocurre con el pulido de la esfera. Así se crean esas finas líneas que dan el efecto "sunburst".
Pero Rolex no se queda ahí. Por ejemplo, el Day-Date, con su esfera azul en forma de viñeta. Han dominado el arte del degradado, con el color que se desvanece de claro a oscuro. Es como capturar el cielo crepuscular en tu muñeca. En cuanto al precio, estas joyas rondan los 20.000 euros para un modelo de segunda mano. No es barato, pero ¿se puede poner precio a llevar una obra de arte relojera?