Speedmaster Mark Series - De 1969 a la década de 1980
Seamos sinceros, la Serie Mark no recibe tanto amor como el Moonwatch o las reediciones del 57. Pero si te gustan los Omega vintage y no te asusta salirte de los caminos trillados, ésta es una gama que merece tu tiempo. La serie Mark comenzó en 1969, justo después del alunizaje, con el Speedmaster Mark II. Omega no sólo le dio un nuevo nombre, sino también una nueva forma de caja, una nueva disposición de la esfera y un aire totalmente diferente. Se acabaron las asas de lira y las esferas escalonadas. El Mark II tenía una caja robusta en forma de tonel y un cristal más plano que le daba un aspecto más moderno de tool-watches. Seguía funcionando con el Calibre 861, el mismo movimiento del Moonwatch de la época.
Después llegó el Mark III, el primer Speedmaster automático de Omega, equipado con el Calibre 1040. Éste llevó las cosas más lejos: caja más gruesa, brazalete integrado, aún más energía de los años 70. Después, la cosa se complicó. Tenías el Mark IV, el Mark 4.5 (un apodo no oficial para la ref. 176.0012 con Calibre 1045) y, finalmente, el Mark V, que ni siquiera se vendió en todas partes. La mayoría de ellos utilizaban alguna versión de los movimientos cronógrafos automáticos 1040 o 1045, sólidos, pero más pesados y complejos que el Moonwatch de cuerda manual.
La cuestión es esta: estos relojes eran experimentales. Omega intentaba actualizar el Speedmaster para una nueva era. Algunos de los diseños cuajaron y otros no, pero, como coleccionistas, eso forma parte de la diversión. Tienes diferentes formas de caja, movimientos, esferas e incluso algunas variaciones de esferas extrañas que apenas se ven hoy en día. El Mark II, en particular, ha tenido un discreto regreso en los últimos años, ayudado por una reedición Co-Axial moderna que se mantiene bastante fiel al original. ¿Precios? Sorprendentemente razonables: todavía puedes conseguir un Mark II por entre 2500 y 4000 euros, dependiendo de su estado. Los Mark III, IV y 4.5 pueden oscilar entre 3000 y 6000 euros, mientras que el Mark V, más raro, tiende a situarse un poco más arriba. Así que, si ya estás metido de lleno en el mundo Speedmaster y buscas algo menos esperado, este es tu camino. Puede que la serie Mark no haya ido a la Luna, pero es pura historia de Omega y luce con orgullo ese encanto de los años 70.