En el 5170 hay muchos guiños al primer cronógrafo Patek, el 130, y empiezan por su caja. Sólo se conocen tres ejemplares del 130 en oro blanco, y este 5170G continúa el uso del metal con una caja de reloj formada por códigos muy tradicionales en oro blanco de 18 ct. Las asas rectas pero suavemente curvadas, el bisel liso, los pulsadores rectangulares y la corona prominente apuntan todos a un plano bellamente sobrio y atemporal. Este tema continúa en toda la esfera, ya que a pesar de las dos escalas que se encuentran en la periferia y los detallados subregistros, para ser un reloj moderno, el 5170 es una realización encantadoramente sencilla que revela más cosas cuanto más se mira. Rodeado de una escala pulsométrica como las que se ven en los "relojes de médico" del siglo XX, fuera de otro clásico de los relojes vintage, una escala de ferrocarril, desde el principio, éste es un reloj para el coleccionista moderno amante de lo vintage.

Del mismo modo, los grandes números Breguet aplicados de metal blanco -quizás el tipo de números más evocador- llenan el espacio que presenta su nítida esfera negra. Incluso hay un segundo uso de estos numerales dentro de la vía férrea. Las manecillas Feuille con aguja de cronógrafo se sitúan en el centro, inyectando un sentido de versatilidad a esta ocasión por lo demás elegante. Completan la esfera los registros bicompax a las tres y a las nueve, en los que el registro izquierdo muestra los segundos en marcha mientras que el derecho mide los minutos transcurridos del cronógrafo hasta 30. Los dos registros están hundidos en la esfera y se sitúan ligeramente por debajo del piñón central de las agujas.