Breve historia del Omega Seamaster
El Seamaster nació en 1948, como respuesta de Omega a la demanda de la posguerra de relojes duraderos y resistentes al agua. Aquellos primeros modelos tenían la gracia de los relojes de vestir, pero con una resistencia inesperada: juntas y cajas diseñadas para la resistencia al agua. En 1957, Omega se lanzó a por todas con el Seamaster 300, un reloj de buceo que consolidó su lugar en la élite de los tool-watches. Los atrevidos años 70 aportaron audacia: el cuadrado Ploprof, el deportivo Seamaster 120 y las atrevidas cajas Cosmic. En 1993, apareció el Professional 300M con biseles festoneados y esferas onduladas, que pronto lució Pierce Brosnan en GoldenEye. Ese vínculo con Bond catapultó al Seamaster a la fama mundial. Y Omega no ha parado de ir más allá: el Ultra Deep batió récords a 10.935 metros antes del que surgió una versión comercial de 6.000 metros. La historia del Seamaster es en realidad la historia de Omega, que se niega a detenerse.